Tras un año en Jerusalén acompañando a su pareja, Delisle ofrece su personal visión de uno de los conflictos más enquistados.
Guy Delisle nos muestra su lado hogareño, al tener que hacerse cargo del cuidado de sus hijos mientras su mujer, trabajadora de Médicos Sin Fronteras, está fuera. Pero también retrata las numerosas peculiaridades, extravagancias y absurdos propios del Jerusalén que el autor va descubriendo en sus vagabundeos: las restricciones a la libertad de desplazamiento, los cacheos e interrogatorios sistemáticos, los enfrentamientos entre las diversas comunidades cristianas que gestionan el Santo Sepulcro…
El autor candiense explica: “Hay cosas que sólo he entendido al estar en Jerusalén. Y cuando descubro algo nuevo tengo la debilidad de creer que es interesante compartirlo. Por ejemplo, me parecía pertinente explicar cómo funcionan las colonias, de qué forma está dividida en dos la ciudad, este tipo de cosas…”.
Un recorrido, aderezado con el estilo sobrio y el agudo sentido del humor de Delisle, por uno de los conflictos más enquistados de la actualidad.